«Desde el campo de la academia, este nuevo paisaje indudable intenta descubrir a la ciudad el gran potencial arquitectónico, artístico y social que encierra el cementerio de Poblenou.
El proyecto trata de volver a conectar la ciudad con el mar a través del cementerio abriendo este al barrio de Poblenou, como un gran parque que se va ocultando que recupera la antigua zona inundable de la Llacuna y la conexión del lugar con el agua.
Se trata de una nueva etapa del cementerio como un lugar de reflexión y de silencio dentro del bullicio de la ciudad, este parque intenta buscar la esencia de la vida: el cielo, la tierra y el agua. La tierra como arquitectura, el agua como elemento principal que da forma a esta, porque el agua es principio de vida y de muerte.
Este gran jardín modela el terreno existente y se va enterrando hasta buscar un sitio tranquilo, donde el agua que trata de llegar al mar vuelve a ocupar el lugar modelando la tierra. De esta topografía surge también la arquitectura, los muros de tapial que recogen el programa. A partir de ella también se crean nuevos recorridos, un gran jardín que se va difuminando con la ciudad que le pasa por encima. Aparecen una gran diversidad de situaciones: asomarse, esconderse, adentrarse…
Todo ello, sin dejar de lado lo que había en el emplazamiento, es decir, las fábricas que ayudan a construir este espacio de memoria. Para ello, se ha hecho un estudio exhaustivo de todos los elementos que las componen y se han clasificado en función del material y del orden de desmontaje, elementos significativos del lugar y de su memoria. En el caso de las cerchas, estas se convertirán en luminarias. Las rejas de ventanas de acero, serán las puertas del nuevo parque. Las vigas de metal que puedan usarse para cubrir luces del programa. El resto de elementos como las cerámicas y las pequeñas vigas de madera o piezas de metal quedarán embebidas en el pavimento.
La vegetación ocupa un lugar muy importante también en el diseño de este espacio. En los cementerios toda la vegetación tiene un sentido trascendental. Se debe evitar plantas venenosas, con espinas y de hoja caduca. Puesto que los pinos son preexistentes, la única vegetación nueva del parque se dispone a lo largo del recorrido del agua, con distintas variaciones en función del nivel de esta. Como árbol principal del recorrido el magnolio, un árbol grande, de hojas brillantes que contrasta con la tonalidad mate de los pinos, pero que tiene una flor muy parecida al nenúfar. Además significa el comienzo de una nueva etapa, la alegoría principal del cementerio.
El programa de cementerio no tiene por que ser una pieza que la ciudad expulsa fuera, como el cementerio de Collserola. todo lo contrario. Los cementerios son parte de nuestra historia y nuestro patrimonio y deben ser sitios para disfrutar. Este nuevo paisaje y arquitectura tratan de convertir el cementerio de Poblenou en un recorrido, en un lugar disfrutable, en un lugar local que trata de recuperar el lugar de memoria de la Llacuna y a la vez universal, donde todos nos sentimos identificados.
Arquitectura: Guayente García Sanmartín
Arquitecto técnico: –
Cliente: –
Ubicación: Barcelona
Área: 3.000m2
Presupuesto: –
Fecha: 2017
c/Travessera de les Corts 354, Ático
Barcelona, España 08029
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